Cuetzalan
Cuetzalan ofrece una rica mezcla de atractivos prehispánicos y coloniales acariciados por la neblina, así como cascadas y cavernas en sus alrededores.
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Cuetzalan: Encanto bajo la niebla
En la Sierra Norte de Puebla se ubica este Pueblo Mágico que conserva las tradiciones de su pasado indígena, donde los habitantes aún se visten como sus antepasados y no olvidan la Danza de los Voladores. Está situado entre profundas y exuberantes barrancas, que acompañadas por la niebla, lo dotan de un paisaje hermoso y un clima cálido-húmedo casi todo el año. En Cuetzalan sobresalen construcciones como la Parroquia de San Francisco de Asís con su enorme torre, pero también el ambiente pueblerino compuesto por calles estrechas y empinadas y casas blancas con techo de teja.
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Además, en este poblado encontrarás uno de los cafés más aromáticos del país, al igual que delicias gastronómicas como mole, tlayoyos y pan. Sin embargo, uno de los mayores atractivos de este destino es que en los alrededores podrás admirar cascadas y ríos, explorar obscuras cavernas e incluso conocer una zona arqueológica que recuerda a El Tajín.
Conoce más
En el pasado, la zona de Cuetzalan estuvo poblada por aves de maravillosos colores llamadas “quetzales”, cuyas plumas eran entregadas al pueblo azteca como tributo desde los tiempos del emperador Axayácatl, en 1475. Ése es precisamente uno de los orígenes del nombre de esta población: “lugar abundante de quetzales”.
Lo típico
Cuetzalan se distingue por las prendas de algodón blanco, de hilo de artisela y de lana, y también por las elaboradas en telar de cintura como sarapes, chales, jorongos, cambayas, cortinas y rebozos. Trabajan la madera para crear muebles, cruces de cedro, tambores, teponaxtles, sonajas, flautas, violines y máscaras.
El mejor lugar para adquirir estas piezas es el Mercado de Artesanías Matachiuj. El domingo se exhiben en el tianguis diversidad de objetos, desde sombreros y cestos hasta piezas de cerámica y miniaturas de madera y trapo. Por otro lado, no dejes de visitar el taller de la familia Posadas (esquina Zapata y Guerrero) donde se fabrican vistosos penachos para la Danza de los Quetzalines.
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Parroquia de San Francisco
Es de los principales edificios coloniales de Cuetzalan y posee un estilo renacentista. Fue construida en el siglo XVII y remodelada en la primera mitad del siglo XX, a la que incorporaron estilos como el dórico. Su interior es asombroso por la planta basilical de gran altura; en su exterior sobresale su enorme torre, y al frente el enorme palo de madera para la Danza de los Voladores.
Capilla de la Purísima Concepción o de la Conchita
Se localiza a un costado de la Parroquia de San Francisco. Fue levantada en 1913 y guarda interesantes pinturas murales del artista cuetzalteco Joaquín Galicia Castra. En la parte posterior del recinto pueden admirarse los alrededores de Cuetzalan.
Santuario de Guadalupe
Se trata de una construcción peculiar de estilo neogótico, inspirada en la basílica de Lourdes en Francia. Se le conoce como iglesia de los “Jarritos”, pues su torre está decorada con pequeños jarros de barro. A la entrada se ubica el cementerio.
Palacio Municipal
En cuanto a la arquitectura civil, es interesante visitar este espacio, edificado a partir de 1939, en un estilo neoclásico. Su diseño es similar al de la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, y en su parte superior una escultura del Emperador Cuauhtémoc.
Casa de la Cultura
En lo que fuera la antigua casa de máquinas, ahora se aloja la Casa de la Cultura que abre sus puertas dotada de museo, biblioteca y archivo municipal. En ella se expone la obra de Gregorio Méndez Nava. Este recinto también es el hogar del Museo Etnográfico Calmahuistic y en él podrás observar la vestimenta de los habitantes autóctonos, artesanías y objetos de origen prehispánico.
Espectáculos típicos
A las 20:30 ve a la Peña Los Jarritos o al Lienzo Charro El Potrillo para admirar un espectáculo de danzas tradicionales, cenar y escuchar música en vivo. Los domingos son los días en los que los hombres pájaro se descuelgan del tronco frente a la parroquia para dar vida a la Danza de los Voladores, un ritual de la cultura totonaca.
Cascadas y cavernas
La carretera que se recorre para visitar Cuetzalan posee hermosos paisajes. Cerca de este Pueblo Mágico hay cascadas y lagos de aguas transparentes y cavernas. Visita los lagos de Cuichatl, las grutas de Chivostoc y de Atepolihui, las cascadas del río Apulco y el salto de la Gloria, que caen en un profundo cañón. Más caídas de agua, como Las Hamacas, Atapatahua y Las Brisas (donde puedes nadar) que se localizan en los alrededores del pueblo de San Andrés Tzicuilan. Aventúrate en El Salto o Las Golondrinas donde podrás practicar rappel (en la primera hay una tirolesa y en la segunda una poza para nadar). Visita la Cascada Corazón del Bosque a la que puedes llegar a pie o a caballo, y el Jardín Botánico Xoxoctic, donde podrás admirar orquídeas, helechos, plantas curativas y un mariposario.
Yohualichan
A tan sólo 7 kilómetros, en Yohualichan, se ubica una zona arqueológica similar a El Tajín en Veracruz (debido a que también perteneció a la gran Totonacapan), construida por las culturas totonacas y otomí. Fuera del sitio está el restaurante Ticoteno, un proyecto comunitario con sabor regional.
Zacapoaxtla
A 32 kilómetros está este poblado. Aquí conoce su Palacio Municipal (cuyo balcón ofrece la mejor vista del poblado) y la Iglesia del Señor de Esquipulas, donde se venera al milagroso Cristo negro guatemalteco. Aprovecha para comprar trabajos en curtido de piel y madera labrada, así como para comer pipián rojo o chilpozontle (caldo enchilado de res, cerdo o pollo).
Te recomendamos no perder de vista a la operadora turística Descubre Cuetzalan que ofrece recorridos por los alrededores. Por medio de éstos conocerás parajes como la Cascada El Salto, la Cascada Corazón del Bosque y la Gruta de Chichicazapan, con su río subterráneo.
Este pueblo conserva dos danzas tradicionales que no dejan morir su pasado prehispánico: la Danza de los Quetzales y la Danza de los Voladores. Ambas son rituales dedicados a los dioses, con música, trajes y penachos multicolores.