La voz de la hora exacta en México
Sonaron las doce campanadas que anunciaban la llegada del nuevo año. Fieles a la costumbre de sintonizar alguna estación de radio para oír la hora exacta, muchos mexicanos escucharon una voz que decía “Son las cero horas, Feliz año 1940”. Enseguida se sucedieron, uno tras otro, numerosos mensajes publicitarios, desconcertantes para el auditorio que aún sin entender lo que pasaba escuchó un timbrazo y la misma voz diciendo “Son las cero horas y un minuto”.
Era una nueva forma de servicio al público: darle la hora exacta y al mismo tiempo sugerirle que eligiera Cerveza Modelo, adquiriera un reloj Haste (la hora de México), bebiera Canada Dry (ginger ale), se deleitara con los productos enlatados de Clemente Jacques (como fondo el canto de un gallo), usara pastillas Usher de menta para un aliento refrescante y comprara refacciones automotrices en Marcos Carrasco.
Había nacido la XEQK, la única radiodifusora en México y en el mundo cuya programación era exclusivamente publicitaria, aunque interrumpida cada minuto para dar la hora exacta.
La XEQK había iniciado sus transmisiones en 1938 cuando el barítono y director de orquesta Angel H. Ferreiro decidió servirse del radio para difundir ópera y música clásica aprovechando la presencia en México de reconocidos artistas internacionales. Ferreiro instaló sus oficinas en la céntrica calle de Uruguay de la capital de la República y la planta receptora en la colonia Algarín, también en la Ciudad de México. La señal era enviada por vía telefónica y las transmisiones se hacían a control remoto desde Bellas Artes.
El negocio de Ferreiro no prosperó, por lo que optó por convertirlo en un escaparate publicitario. Hacia 1940 contrató ocho locutores que cubrían turnos de tres horas al día a los cuales, los “gritones” de la Lotería Nacional interrumpían cada minuto para dar la hora que a su vez era comparada con la de una estación de Washington y el Meridiano de Greenwich. La coincidencia era extraordinariamente exacta.
En 1945, Ferreiro vendió la estación a Guillermo Morales Blumekron. Ese mismo año empezó a trabajar en la QK (como familiarmente se le conocía) Luis Ríos Castañeda, que hasta entonces había sido locutor en la XEFO y la XEUZ “Cadena Radio Nacional”, voz oficial del PRM, que con el paso del tiempo sería el PRI.
Ríos Castañeda comenta que fue en 1941, siendo presidente del PRM Carlos Riva Palacio, cuando su joven y entusiasta secretario Adolfo López Mateos transmitía los primeros comentarios políticos de la radio.
Respecto a su ingreso a la XEQK, Ríos Castañeda señala que casi por disciplina aceptó el trabajo, pues era tan monótono como difícil. Los turnos, no obstante ser de sólo tres horas, se hacían interminables, sobre todo durante la noche, ya que toda la programación se transmitía “en vivo”.
Son incontables las anécdotas que nos relata Ríos Castañeda. Recuerda al “gritón” Raúl Molina, niño ciego, quien más tarde sería un conocido locutor. Rafael García, conocido como “El Pájaro” se dormía durante la transmisión y no pocas veces se le escuchó decir, entre sueños, frases incoherentes. Había otro locutor que no sólo dormía, sino que roncaba hasta que lo despertaba el timbre y el conocido eslogan: «XEQK, la hora del Observatorio Astronómico Nacional”(excelente publicidad para el Observatorio).
Además de su trabajo en la QK que le quitaba sólo unas horas, Ríos Castañeda colaboraba en las principales estaciones de México y la República con programas grabadosy escribía para el diario Novedades y para algunos diarios de la provincia. En 1948 asumió la jefatura de la división de radio y prensa de la embajada de Argentina presentando y dirigiendo programas con música y temas de aquel país. Cinco años después fue subdirector de la corresponsalía en México de Agencia Latina de Noticias, con sede en Río de Janeiro, Brasil.
Precisamente a las oficinas de esta corresponsalía en México llegó como fotógrafo un joven médicoargentino, quien,para aumentar sus ingresos, trabajaba como fotógrafo callejero y escribía eventualmente notas periodísticas. Este joven médico se llamaba Ernesto Guevara, “El Che”, quien por cierto conoció en la Ciudad de México al cubano Fidel Castro. Pocos meses después, en1955, Guevara y Castro se fueron sin dejar huella. Sólo se volvió a saber de ellos cuando aparecieron en los noticiariosdesde su cuartel, en la Sierra Maestra de la isla de Cuba.
Ríos Castañeda relata que en 1938 se presentó en la XEB un joven que buscaba trabajo en la orquesta de Ernesto Riestra como silbador, ya que tenía experiencia, pues había dirigido un conjunto en su tierra natal y en algunas partes intervenía silbando. El pianista Ernesto Belloc, encargado de hacer las pruebas a los artistas, le permitió que demostrara sus habilidades en uno de los estudios sin darse cuenta de que el silbido se había filtrado y se escuchaba en el noticiario que se estaba transmitiendo. Muy enfadado Julio Morán, directivo de la XEB, corrió al silbador, pero Belloc, apenado, lo alcanzó y le sugirió que presentara una prueba como cantante, misma que pasó sin dificultad. Así, con el increíble sueldo de $1.50 por cada programa de 15 minutos, inició su carrera artística Pedro Infante.
Ríos Castañeda asegura que por aquellas fechas conoció a un cancionero que, a la manera de los antiguos juglares, cantaba las noticias. Era Pepe Camarillo, personaje muy popular en el medio radiofónico y periodístico.
No obstante sus numerosas ocupaciones, entre otras la de encargado del Departamento de Prensa de Televicentro, Luis Ríos Castañeda no ha dejado la XEQK. En 1960, el ingeniero Felipe Gómez inventó un sistema para automatizar las transmisiones. La hora seguiría dándose “en vivo”, pero los comerciales –en tracks de 57 segundos– eran previamente grabados. Tiempo después, Gómez haría posible que también se grabaran los 1440 minutos del día en una cinta, que alternaba con la que contenía los avisos comerciales.
En 1984 el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) adquirió la XEQK; sin embargo, fue hasta 1999 cuando se cambió la programación. Los mensajes publicitarios fueron sustituidos por interpretaciones musicales. Hoy en día, la música baja de volumen cada minuto para transmitir la hora exacta. Ríos Castañeda, quien tiene la licencia de locutor número 343, acude a la estación dos veces al mes para grabar pequeñas cápsulas de desarrollo humano.
La voz de Ríos Castañeda es conocida y reconocida por muchas generaciones de mexicanos. Afirma que hubo una época en la que se escuchaba la QK en los hogares, los automóviles, los hospitales, los establecimientos comerciales, en cualquier lugar donde cada minuto que transcurría era importante. Hoy en día muchas personas la escuchan, pero más por nostalgia que por necesidad.
En 1991, la Asociación Mexicana para Radio y Televisión (AMPRYT) le otorgó el Calendario Azteca de Oro por considerarlo “la voz más conocida de México”. En el año 2000, con motivo de la entrega de premios a los anuncios radiofónicos más destacados, se presentó una grabación que encierra una gran verdad: “Les habla Luis Ríos Castañeda, su amigo de toda la vida”.