9 delicias poblanas que debes probar sí o sí
Puebla no sólo es un estado rico en cultura, historia y tradiciones. Su gastronomía es una de las más variadas y populares del país, y sin importar en qué parte de sus tierras te encuentres, siempre tendrás cerca alguna delicia que valdrá la pena probar y que despertará todos tus sentidos. Si viajas a Puebla […]
Puebla no sólo es un estado rico en cultura, historia y tradiciones. Su gastronomía es una de las más variadas y populares del país, y sin importar en qué parte de sus tierras te encuentres, siempre tendrás cerca alguna delicia que valdrá la pena probar y que despertará todos tus sentidos.
Si viajas a Puebla por negocios, de fin de semana o para descubrir nuevos y excitantes rincones desconocidos, te recomendamos que no dejes de probar sus platillos más populares. Te aseguramos que no te arrepentirás y seguramente volverás a repetir la experiencia.
Mole
Esta especialidad de la gastronomía poblana es uno de los platillos más representativos de todo México. Esta salsa condimentada con más de 50 especias diferentes, entre ellos chocolate y chile, se acompaña de piezas de pollo o guajolote y se utiliza como el ingrediente principal para las enchiladas poblanas.
Cemitas
En Puebla no reinan las tortas, sino las cemitas. Se trata de un pan salado que se acompaña con milanesa, pata de res, carne enchilada, jamón, entre otros y se condimenta con huesillo o queso fresco, aguacate, aceite de oliva, cebolla, papaloquelite y chipotle o chiles jalapeños.
Chalupas
En cualquier mercado tradicional o en puestos afuera de las algunas iglesias del Centro Histórico encontrarás este delicioso -y picante- platillo poblano. Las chalupas son tortillas de maíz pequeñas fritas en aceite o manteca, sobre las cuales se vierte salsa verde o roja y se agrega pollo o carne de res desherbada y cebolla. Un verdadero manjar y muy popular para curar la resaca.
Camotes
¿Ir a Puebla y no llevar de souvenir una caja de camotes?… ¡Imposible! Estos dulces típicos -y que puedes encontrar en casi cualquier rincón del estado- son elaborados con camote y esencias frutales, y envueltos en papel encerado. Los amantes de los postres y los sabores dulces no pueden dejar de probar estos manjares que -dicen- datan del siglo XVII.
Memelas
Para algunos las memelas son “el” desayuno obligado, para otros un antojito picosito y hay quienes las consideran un remedio para “revivir muertos”. Sea como sea, este platillo, que puedes encontrar en cualquier parte de la ciudad y desde muy temprano, está elaborado con una tortilla de maíz ovalada hecha a mano, doradas a fuego lento y cubiertas de salsa verde o roja y queso.
La popularidad de este platillo es tal, que durante la temporada de Semana Santa se lleva a cabo la Feria de la Memela.
Tacos árabes
Se dice que en la década de los 30 llegó a la Ciudad de Puebla un señor iraquí que empezó a vender tacos con carne preparada al estilo árabe, pero en lugar de cordero, prefirió el cerdo y reemplazó las tortillas de maíz por pan pita. Hoy en día, los tacos árabes se han convertido en un platillo muy tradicional del estado y que no debes dejar de probarlos en tu próxima visita. No olvides acompañarlos con un poco de jocoque seco.
Molotes
Estos antojitos mexicanos son una buena opción para la hora de la cena. Los molotes son una especie de quesadilla elaborada con masa de maíz y puré de papa, rellenos de diferentes guisos como tinga de pollo o carne, huitlacoche, queso o papa.
Mole de caderas
Es uno de los platillos más importantes de Puebla -y también de Oaxaca- y es muy tradicional sobre todo en la región de Tehuacán, donde cada año, durante el mes de octubre, se festeja el Festival de la Matanza, una celebración que da inicio con el sacrificio de los animales que fueron criados con especial cuidado para preparar este plato, también conocido como huaxmole, un caldo con carne de chivo (cadera y espinazo) jitomate, hoja de aguacate, cilantro, ejote y chiles guajillo, costeño y serrano.
Chile en Nogada
El rey de reyes de Puebla es el Chile en Nogada. La “Ciudad de los Ángeles” fue testigo del nacimiento de este platillo tradicional, muy típico durante el mes de agosto, preparado con chile poblano relleno de un guiso de carne molida con frutas, bañado con una salsa de nuez y acompañado con granada y perejil. Cuenta la leyenda que fueron las monjas agustinas del convento de Santa Mónica crearon esta exquisitez con motivo de la visita de Agustín de Iturbide junto con el Ejército Trigarante, por esa razón plato combina los tres colores de la bandera.
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