Descubre el archivo fotográfico histórico de México Desconocido

Casi 100 mil diapositivas están saliendo del olvido gracias a una labor de rescate muy especial. Hoy un grupo de rescatistas, capacitados para realizar un procedimiento riguroso que va desde la limpieza hasta la digitalización y catalogación de imágenes, está trabajando en este proyecto incluyente, logrando recuperar la historia de la exploración y descubrimiento de México y a su vez rescatando personas valiosas. Pero vayamos a la historia del archivo fotográfico…

La revista México Desconocido nació en 1976 de la propuesta de Harry Möller, quien tuvo el sueño de explorar ese México, que  a comienzos del siglo XX descubrió el explorador Carl Lumholtz en su obra El México desconocido, y que le sirvió de inspiración para crear nuestra publicación.

Así es como nació México desconocido, una revista que a lo largo de los años ha provocado que muchos mexicanos salgamos al encuentro de nuestro país, inspirados en imágenes nunca antes publicadas; de las más diversas expresiones culturales y naturales capturadas en su territorio.

A partir de entonces, México Desconocido hizo posible que las visiones que habían estado reservadas para antropólogos, naturalistas y exploradores privilegiados, se acercaran al público. Ya lo dijo su fundador en la primera página del número uno de la revista, “Mucho del material gráfico y escrito publicado es estrictamente inédito. […] Es el producto de muchos años y centenares de miles de kilómetros recorridos en este país, uno de los trece más extensos del planeta”. Con esa clara intención, los pasos del explorador se reunieron con las imágenes que mes con mes cautivaron a los lectores y alimentaron el espíritu viajero de los mexicanos.

Con los años la propuesta visual fue madurando con el sello de la veracidad. Reportajes de lugares inaccesibles y desconocidos convivieron en las páginas de la revista con sitios frecuentados, pero cuyos ángulos eran sorprendentes. Imágenes tomadas por viajeros y exploradores apasionados que registraban con la cámara sus hallazgos mientras se descubrían ellos mismos como fotógrafos: Tricy Linch, Emil Barjak, John Lily, Carlos Lazcano, Carlos Rangel, Karl Müller, Ricardo Arias, Bob Schalwick, Michael Calderwood, Pamela Atkinson, por mencionar algunos.

El archivo fotográfico se fue nutriendo de expediciones, debido a que México desconocido se acercó a grupos de expedicionarios y de exploradores independientes, con quienes se llevaron a cabo importantes proyectos. Destacan la expedición de Arrecife Alacranes, donde participó el ya fallecido y sobresaliente buzo mexicano Ramón Bravo; el trabajo realizado con un grupo destacado de espeleólogos para registrar los abismos de México; y la búsqueda de la vaquita marina en el Mar de Cortés, que culminó exitosamente con una toma espectacular de un ejemplar vivo.

Luego vino una explosión fotógrafos que diversificaron los tratamientos combinando el reportaje, el testimonio y el arte con la bitácora del viajero. Fotógrafos de la talla de Guillermo Aldana, Rafael Doniz, Ignacio Urquiza, Bruce Herman, Alfredo Martínez, Fulvio Eccardi, Javier Hinojosa, Lorenzo Armendariz, Ignacio Guevara, David Lauer, aportaron nuevas visiones al andar otra vez los caminos. Y es que México desconocido regresó a temas relacionados con la cultura y la naturaleza de nuestro país, pero abordados con mayor profundidad, y por supuesto, sin dejar de asomarse a sitios aún desconocidos.

Nuevos viajeros, nuevos exploradores y fotógrafos de toda la República vieron sus hallazgos publicados en las páginas de México desconocido. Claudio Contreras, Brenda Islas, Carlos Aranda, Astrid Rodríguez, Gerardo del Villar, Herbey Morales, Ilán Rabchinskey, Luis Javier Sandoval, Rodrigo Cruz, Paulo Jiménez, Brian Overcast, David Paniagua, Nicolás Triedo, entre muchos otros, junto con los que los antecedieron, dejaron para las generaciones presentes y futuras, verdaderos tesoros que hoy queremos proteger y disfrutar.

Agustín, Becky, Kimie, Javier, Susana, Saúl, Raúl, Clemente, Andrés, Uci y Ricardo todos los días llegan al laboratorio de conservación para encontrarse con historias que los asombran y los conectan con este mundo. Cada mañana estos rescatistas hacen un esfuerzo adicional y llegan puntuales y listos para dar lo mejor de sí mismos. Ellos, que tienen una condición de salud que los ha mantenido alejados de la vida laboral, nos demuestran con su trabajo que tienen mucho que aportar a esta sociedad, y las imágenes que hoy recuperan valen por su historia, por sus creadores, por los rescatistas y por la oportunidad que nos dan de abrazar las diferencias para abonar por una sociedad más humana.

Si quieres apoyar este proyecto comprando fotos o simplemente apoyando a los rescatistas entra a rescatando.org.mx

Beatriz Quintanar Directora de México desconocido. Antropóloga por formación y líder del proyecto MD ¡por 18 años!