El art decó, una nueva alternativa cultural
El término Art déco se emplea para definir una de las tendencias artísticas más interesantes de este siglo, su desarrollo se ubica en el periodo entre guerras, es decir en las décadas de los años veinte y treinta, momento en el que el hombre, habiendo enfrentado las experiencias de conflictos armados, tiene como fin primordial la búsqueda de una vida plena, constructiva y placentera, favorecida por los avances tecnológicos. Esta actitud deviene en nuevas transformaciones y posturas, en particular a través de las manifestaciones artísticas y culturales.
El término Art déco se emplea para definir una de las tendencias artísticas más interesantes de este siglo, su desarrollo se ubica en el periodo entre guerras, es decir en las décadas de los años veinte y treinta, momento en el que el hombre, habiendo enfrentado las experiencias de conflictos armados, tiene como fin primordial la búsqueda de una vida plena, constructiva y placentera, favorecida por los avances tecnológicos. Esta actitud deviene en nuevas transformaciones y posturas, en particular a través de las manifestaciones artísticas y culturales.
El déco como propuesta intenta una generación de un arte cosmopolita, acorde a las necesidades de su tiempo y capaz de utilizar los adelantos ofrecidos por el desarrollo tecnológico. Es un lenguaje encaminado a embellecer el entorno del hombre y por lo tanto, se aplica a todo aquello que pueda ser diseñable, es decir, a cualquier artículo relacionado con la vida cotidiana: desde un estuche de tocador o una cigarrera hasta un automóvil o un edificio.
En su momento el déco fue sinónimo de lo moderno. Este término nace en París, en 1966, con la muestra «Les années 25» (encaminada a revisar la exhibición «Exposition Internationale des Arts Decoratives et Industrielles Modernes» realizada en 1925) cuyo objetivo era mostrar al mundo los últimos adelantos de la industria, la arquitectura y las artes.
Debido a lo ecléctico de sus formas, muchos estudiosos consideran y al déco como uno de los herederos del movimiento inglés Arts & Crafts, encabezado por William Morris y de las diferentes escuelas inspiradas en éste, que se dieron a la tarea de desarrollar significativamente el diseño gráfico e industrial, generando un interés selectivo en el gusto de sus consumidores que más tarde culminaría con la producción en serie para satisfacer las demandas de un público masivo integrado principalmente por la naciente clase media.
Una de las características más importantes del Art déco es la capacidad para traspasar las fronteras hacia todos aquellos países interesados en las posibilidades ofrecidas por esta nueva tendencia del arte. En cada nuevo lugar adquiere matices propios derivados de las interpretaciones que cada uno hace del estilo. En México una de las tendencias que adquirió este estilo fue la combinación de elementos de la tradición folklórica artesanal con el lenguaje formal característico del decó.
Así, en México, la etapa de renovación -los años inmediatamente posteriores a la Revolución Mexicana- coincide cronológicamente con esta tendencia.
El ambiente mexicano de esta época es favorable para la llegada y asimilación del déco, por tres razones fundamentales:
La importación de artículos de uso cotidiano
Material de difusión: Constituido por películas que ofrecen el modo de vida déco, por medio de la proyección de los objetos decorados y de actitudes que reflejan la atmósfera propiciada por esta tendencia. Por otro lado, la circulación de publicaciones periódicas, cuyo diseño editorial ofrece nuevas posibilidades formales, atractivas para un gran número de artistas e ilustradores mexicanos de la época, como Ernesto García Cabral y su participación en la conocida Revista de revistas.
Enseres domésticos: La apertura comercial experimentada en esos años, así como la importación de objetos de manufactura tanto europea como estadounidense -y su consecuente venta en los grandes almacenes del momento-, es paulatinamente generadora de un gusto y demanda que, a la vez de ser funcionales, embellezcan el espacio habitacional.
Interés por la transformación fisonómica del país
Existe un claro interés, por el estado y la sociedad en general, por modernizar la fisonomía del país. En consecuencia, se aceptan diversas tendencias artísticas, capaces de ofrecer un lenguaje formal que satisfaga esa necesidad, las características plásticas de esta estructura estética combinan tradición y vanguardia y se adaptan perfectamente al ideal de modernidad del gobierno y la élite de México. Así, proliferan edificios, plazas y colonias, monumentos civiles y gubernamentales que en sus aspectos formales, retornan e interpretan las propuestas decocianas.
Recuperación económica
La reactivación experimentada por la economía pública y privada al término del conflicto armado, dio lugar a la apertura de una incipiente planta industrial y a un flujo de capital considerable.
Estos tres factores son fundamentales para la consolidación del déco, cuya propuesta plástica puede resumirse en el uso de la geometría, como base primordial de su lenguaje formal; en la presencia de elementos iconográficos que evoquen sensaciones remotas y exóticas pertenecientes, tanto a la fauna y la flora locales como palmeras, cactus, garzas, águilas, pelícanos, etcétera, como a las culturas ajenas; o ancestrales, que en el caso mexicano se dan en la reinterpretación de motivos extraídos del pasado prehispánico.
Sin embargo el déco va más allá de los elementos formales; involucra conceptos y anhelos que hacen de la vida diaria una grata experiencia estética.
Existen motivos provenientes de temas específicos que por su constante repetición se convierten en símbolos, tal es el caso, de la industria, la electricidad y los avances tecnológicos del momento (como aviones, locomotoras y automóviles), estilizados en composiciones gráficas y pictóricas decorativas, así como en frisos y relieves arquitectónicos; haciendo uso de recursos plásticos como el stream line (recurso arquitectónico; creado en Estados Unidos en los años veintes y treintas) y el zigzag recrean fuerzas generadoras del universo como el fluir del agua, la luz, el movimiento y la velocidad. Así mismo, representa al hombre en actitudes de fuerza: como atleta, obrero y atlante y a la mujer en actitudes desafiantes de emancipación femenina (deportistas, flappers que fuman o toman).
De tal forma el déco es uno de los aspectos que caracterizan a este período histórico, parteaguas de la proyección del México moderno, dentro de las diversas búsquedas y definiciones de la identidad nacional a nivel cultural en las primeras décadas de nuestra centuria.
La muestra Art déco. Un país nacionalista. Un México cosmopolita, que se lleva a cabo actualmente en el Museo Nacional de Arte es una excelente oportunidad para hacer un vasto recorrido por esta etapa poco conocida y estudiada de la historia del arte mexicano.
Fuente: México en el Tiempo No. 23. Marzo-abril 1998