El guerrero águila y el guerrero jaguar, soldados de élite del México prehispánico
Para formar parte del ejército mexica, el guerrero águila y el guerrero jaguar debían haber mostrado gran valentía en previas campañas militares
Como es sabido, entre el siglo XII y el XVI, los mexicas mantuvieron un dominio sobre otros pueblos en el centro y sur de nuestro territorio, como Veracruz, Oaxaca y el Estado de México; en parte gracias a un poderoso ejército, donde destacaba un escuadrón de élite, el del guerrero águila y el guerrero jaguar.
El guerrero águila
Conocido como cuauhpilli, que significa noble águila en náhuatl, fue un guerrero de élite del antiguo Imperio mexica que pertenecía a la nobleza y que por sus propios méritos, mostrando inteligencia y destreza, podía ingresar a la escuela para nobles conocida como calmecac. Una vez ahí, aprendería cómo gobernar hasta obtener el prestigioso rango para después, ya en el ejército, comandar a las tropas.
Sin embargo, para tal fin era indispensable que capturara a un primer prisionero de guerra y solo así lograría ser cuauhpilli. En cuanto a su vestimenta, usaba un casco hecho en madera que representaba la cabeza de un águila.
El guerrero jaguar
A diferencia del cuauhpilli, el guerrero jaguar azteca u oceopilli en lengua náhuatl, podía provenir de la clase más baja dentro de la sociedad mexica, conocida como los macehuales.
También era un soldado de élite dentro de las fuerzas armadas mexicas, que había superado la escuela de barrio o capulli con éxito a la edad de siete años y de acuerdo a su destino (tonali), habilidades y el favor de los dioses, sería uno de los soldados del poderoso ejército de Tenochtitlán. Recordemos que solo unos cuantos elegidos llegarían a serlo.
¿Cuál es la diferencia entre guerrero águila y el jaguar?
Como mencionamos anteriormente, la diferencia era su origen; el primero pertenecía a la clase noble, mientras el segundo provenía de la clase baja o los mācēhualtin. Cabe señalar que de acuerdo a la mitología mexica, el águila representaba respectivamente la luz o el sol.
Asimismo, el jaguar simbolizaba a Tezcatlipoca, el dios del cielo nocturno. De igual forma, los mexicas creían que al usar vestimentas que emularan a estos animales, recibirían su fuerza en la batalla.
También, vale la pena mencionar que ambos guerreros eran expertos en el combate cuerpo a cuerpo, así como en el manejo de todas las armas, entre las que destacaba la daga y las lanzas de obsidiana.
Finalmente, los expertos consideran que estos guerreros eran tan letales, que uno de ellos podía vencer a tres enemigos; y eran tan temidos, que su sola presencia desmotivaba a los enemigos.