Gastronomía Cucapá, cocina ancestral que se mantiene viva en el desierto

La gastronomía cucapá surge en un entorno extremo entre Baja California y Sonora. Una tradición culinaria que une resistencia y vínculo con la naturaleza.
La gastronomía cucapá es una de las más resilientes de México. Nacida en un entorno extremo entre Baja California y Sonora, refleja no solo estrategias de supervivencia, sino también una profunda relación con el entorno natural. En estas zonas áridas, donde pocos imaginarían una cocina compleja, los Cucapá han creado una tradición culinaria única que desafía las expectativas.
Comer del río y del desierto: la base de su alimentación
Durante siglos, el pueblo Cucapá ha habitado las márgenes del río Colorado. Su forma de alimentarse surgió de la observación cuidadosa de los ciclos del agua, las migraciones animales y los ritmos del clima. No tenían cultivos extensivos ni mercados cercanos, pero aprendieron a encontrar abundancia en lo que el río y el desierto les ofrecían.
Los peces —sobre todo el bagre, la carpa y el tilapia— son la base de muchas recetas tradicionales. Los Cucapá no solo pescan, también secan, salan o tateman el pescado para conservarlo durante los periodos de escasez.
Aunque también se elaboran otro tipo de platillos como lo es el kuakshawiera, un plato que se cocina a partir de una base de carne desherbada con harina tatemada, cebolla blanca y chile güero.
Del mezquite al quelite: los sabores olvidados de la tierra
La gastronomía cucapá también se enriquece con ingredientes que muchos considerarían maleza. El mezquite, por ejemplo, no solo sirve para dar sombra o leña. Su vaina, una vez seca, se muele para obtener una harina dulce que los Cucapá utilizan en atoles o tortillas. Además, recolectan quelites, raíces y semillas de plantas del desierto que combinan en sopas o ensaladas.

Otro alimento imprescindible es la tortilla de harina de trigo, que adoptaron desde el contacto con los colonizadores, pero convirtieron en parte esencial de su dieta. A diferencia de las tortillas comerciales, las que preparan las mujeres cucapás tienen un grosor y sabor muy particular, resultado de siglos de adaptación y práctica.
Cocina de temporada: lo que se come, depende del clima
En la cocina cucapá no hay recetas fijas, sino principios. Uno de ellos dicta que cada alimento llega en su momento. En tiempos de lluvia, recolectan hongos y hierbas silvestres.
Cuando el río crece, los peces abundan. Durante los meses más secos, la comunidad se enfoca en técnicas de preservación: secan carne de conejo o guajolote, y almacenan raíces comestibles.
Esta forma de alimentación estacional conecta directamente con el paisaje. La comida no solo nutre el cuerpo, también reafirma la identidad del grupo. Cocinar, en este sentido, es un acto de memoria colectiva: cada receta cuenta la historia de cómo han sobrevivido —y vivido bien— en un entorno que otros consideran inhóspito.
Gastronomía cucapá: más que comida, una forma de resistencia cultural
En los últimos años, la gastronomía cucapá ha ganado visibilidad gracias al trabajo de mujeres indígenas que se han propuesto preservar y compartir su cocina. Desde talleres hasta ferias gastronómicas, la comunidad ha buscado formas de enseñar lo que saben y transmitirlo a nuevas generaciones.
Esta cocina no está en los restaurantes de moda ni en los recetarios convencionales. Pero quienes han probado sus platillos coinciden en una cosa: hay algo profundamente auténtico en sus sabores. En cada bocado se siente el desierto, el río, la historia.