Hermenegildo Galeana, biografía del brazo derecho de José María Morelos

Hermenegildo Galeana nació en Tecpan, Guerrero en 1762 y a pesar de ser parte de una familia de hacendados criollos mexicanos de ascendencia española; solo estudió hasta la primaria. En su juventud vivió y trabajó en la hacienda El Zanjón, propiedad de un primo suyo.  

Primera conspiración criolla

Fue ahí donde llegó la noticia de la primera conspiración de unos criollos que buscaban liberarse del dominio del gobierno virreinal. Era el año de 1809 y José María Izazaga encabezaba dicha conspiración en Valladolid, hoy Morelia. Aunque su plan fue descubierto, el descontento entre las familias criollas aumentaba pues eran discriminados por los nacidos en España.

Un año después, los Galeana, al enterarse del inicio de la insurrección que dirigían el cura Miguel Hidalgo e Ignacio Allende en el Bajío; y en el sur José María Morelos, decidieron añadirse a la causa.

Hermenegildo Galeana se une a Morelos

Cuando la incipiente fuerza militar de José María Morelos se dirigía a Acapulco pasando por su pueblo natal, Hermenegildo Galeana con su hermano José Antonio y sus sobrinos Antonio y Pablo, se unieron el 7 de noviembre de 1810 a Morelos.

Los Galeana aportaron algunos hombres, armas y un pequeño cañón apodado El Niño, que habían comprado a una nave inglesa en Acapulco.

José María Morelos, Los Sentimientos de la Nación y el Congreso de Chilpancingo, aquí.

Batallas y triunfos de Hermenegildo Galeana

Entre esa fecha y hasta 1811, Hermenegildo Galeana participó en acciones de combate en El Veladero, Llano Grande, La Sabana y Los Coyotes.

En La Sabana, Hermenegildo galeana obtiene su primera victoria frente al general realista Nicolás de Cossío. Morelos inmediatamente lo nombra lugarteniente.

Ese mismo año, Hermenegildo Galeana convence a la familia Bravo -Leonardo, Máximo, Miguel y Víctor, así como Nicolás, hijo de Leonardo- de unirse al Ejército Insurgente. Los Bravo eran dueños de la Hacienda de Chichihualco y se habían escondido del Ejército Realista para evitar que los obligara a unirse a ellos.

Era el mes de agosto, Morelos se dirige a Chilpancingo y deja al mando de la plaza de Tixtla, en Guerrero, a Hermenegildo Galeana y Nicolás Bravo. A pesar de ser sitiados por los realistas, ganan la batalla. Poco después toman Taxco y se dirigen a Toluca a apoyar a los insurgentes. Luego avanzan a Cuernavaca e ingresan al Valle de México.

El 9 de febrero de 1812, Morelos decide esperar en Cuautla a las fuerzas de Félix María Calleja, quienes llegan el 18 y sitian la ciudad por 72 días. Sin embargo, los insurgentes salen secretamente del cerco, sorprendiendo a los realistas y provocándoles incontables bajas.

Los tres líderes insurgentes, José María Morelos, Nicolás Bravo y Hermenegildo Galeana se dirigen a  Chilapa, Guerrero, al auxilio de Valerio Trujano, otro líder insurgente; y juntos vencen a los militares realistas obteniendo un botín jugoso de cañones, rifles y municiones.

Hacia los últimos meses de 1812, Hermemegildo Galeana participa en las batallas de El Palmar, Acultzingo y la toma de Tehuacán, en Puebla. Una gran victoria para él fue también la toma de la ciudad de Oaxaca el 25 de noviembre.

Hermenegildo Galeana, mariscal del ejército insurgente

Por su valentía es ascendido al grado de mariscal pero como no sabía leer ni escribir, Morelos se apoya en el joven clérigo Mariano Matamoros, para ser su mano derecha. Vale la pena aclarar que para el ejército español, Galeana fue siempre el segundo al mando de Morelos.

Para el año de 1813, las fuerzas insurgentes sitian el puerto de Acapulco y los Galeana se distinguen en la toma del Fuerte de San Diego.

Ese mismo año en diciembre, Hermenegildo Galeana ataca Valladolid pero es derrotado por Ciriaco del Llano.

En Purvarán, Michoacán, aconseja a Morelos no dar nuevas batallas hasta reorganizar a las fuerzas insurgentes pero Morelos no sigue el consejo y Mariano Matamoros cae preso, para luego ser fusilado. En represalia, entre 100 y 200 presos españoles son asesinados a cuchillo en Acapulco por órdenes de Morelos.

Muerte de un hombre valiente

Las derrotas se acumulan bajo el mando de Morelos y el Congreso lo destituye del cargo de Generalísimo.

Hermenegildo Galeana regresa a Tecpan y en 1814 vuelve a formar una tropa, toma el pueblo de Azayac y ataca Coyuca; pero la tropa realista del teniente coronel Fernández de Avilés lo sorprende. Galeana se lastima con la rama de un árbol y el soldado virreinal Joaquín de León le dispara en el pecho, matándolo. Luego le corta la cabeza para entregarla a los rijosos en Coyuca.

Indignado, Avilés le reclama al soldado de León:

Esa era la cabeza de un hombre valiente”.

Y ordena que la cabeza sea colocada en la puerta de la iglesia. Más tarde le da sepultura. Era el 27 de junio de 1814.

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