Horno mágico Lilly Ledy, juguete mexicano que dejó recuerdos en millones de infantes - México Desconocido
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Horno mágico Lilly Ledy, juguete mexicano que dejó recuerdos en millones de infantes

horno mágico

Aunque se trata de un juguete entrañable para millones de niñas y niños, el Horno mágico era un tanto peligroso, por lo que quizá salió del mercado mexicano. Te contamos más.

El Horno mágico Lilly Ledy cocinaba pequeños pasteles de verdad gracias a su foco incandescente de 100 watts, el cual no pocas veces causó quemaduras menores en las niñas que lo utilizaban. Pese a ello, y a otros inconvenientes que mencionaremos después, podríamos estar frente a uno de los juguetes nacionales más entrañables de la infancia mexicana de las décadas de 1970 y 1980.

Los primeros modelos estaban hechos de plástico color verde, y algunos cuentan que también venían en rosa. Después surgieron los anaranjados y más tarde llegaron los blancos. Eso sí, todos fueron producidos por la emblemática compañía juguetera mexicana Lilly Ledy, que a su vez compró la idea, los moldes y los derechos de producción a la estadounidense Kenner, para fabricarlos en México.

Bonitos recuerdos aunque los pasteles del Horno mágico no eran de los mejor

Todavía muchas mujeres, niñas en aquel entonces, recuerdan que en las cajas del Horno mágico destacaban dos elementos: el primero era la frase “hornea tus propios pasteles como mamá” y el segundo, unos pastelillos que parecían deliciosos y finamente decorados, aunque con frecuencia los productos no salían tan bien.

“Sabían refeos los pastelitos con las harinas que traían, pero todas las niñas estábamos bien ilusionadas”, comenta Deisiri Lerma.

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El Horno mágico traía moldes y harina para hacer los pasteles

“Los pasteles quedaban medio crudos, pero para verme feliz, mi papá me decía que me habían quedado riquísimos. Mil gracias a los fabricantes de estos hornos por hacernos sentir que éramos chefs”, comparte Diana Gutiérrez.

Cada Horno Mágico Lily Ledy incluía algunos sobres de harina Mary Baker, producida en México por la compañía Nabisco, además de varios moldes de metal para verter en ellos la preparación y así poder meterla al artefacto eléctrico de juguete.

Horno mágico probablemente no funcionaría en la actualidad

Probablemente el Horno Mágico sería un producto que en la actualidad muchos padres no comprarían a sus hijos, sobre todo por temas de seguridad, pero en aquellos años fue un éxito. Aunque no hay cifras de cuántos se vendieron en México durante las décadas de los 70 y 80, para darnos una idea de la atracción que tenían en la infancia de entonces, basta decir que la estadounidense Kenner vendió 500 mil unidades tan solo en su primer año de producción.

“Una vecina lo tenía, a veces jugaba con ella, y eran quemaduras al sacar la charola del horno (se ríe). Un par de veces la harina quedaba cruda y me enfermé del estómago. Era un relajo cuando la masa caía al foco y este explotaba, quedando muchos vidrios dentro del horno (vuelve a reír). Fue peligroso, pero divertido”, cuenta Jorge Luis Guerrero dentro de un foro sobre objetos antiguos en Facebook.

Horno mágico, una preciada reliquia

Por razones desconocidas, el horno dejó de venderse a mediados de la década de 1990. Tal vez porque más novedades arribaron al mercado infantil o quizá porque a los padres les parecía demasiado peligroso. Lo cierto es que quedó en la memoria de millones de personas, tanto así que uno de estos aparatos infantiles de antaño, en buenas condiciones, puede costar hasta 5 mil pesos.

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