5 iglesias mexicanas que te dejarán con la boca abierta
México tiene iglesias que dejan al viajero con la boca abierta. Desde ellas se puede conocer el arte e historia de los lugares donde están.
Es regocijante apreciar los estilos arquitectónicos y el arte dentro de las iglesias de los destinos a los que llegamos. Pero si detenemos un poco nuestro recorrido por ellos, poco a poco valoraremos que la construcción de estos templos fue la forma que los antepasados encontraron para expresar su fe y sus aspiraciones espirituales.
México Desconocido muestra en este texto algunas de las iglesias en México que no solo son magníficas por ser gigantescas o estar repletas de arte sacro, también porque detrás de sus creaciones está la historia de las más hondas necesidades espirituales de quienes las erigieron.
Santuario de Jesús de Nazareno/ San Miguel de Allende, Guanajuato
A unos 20 minutos en auto del centro de San Miguel de Allende, se encuentra casi escondido el Santuario de Jesús de Nazareno.
Su belleza radica en dos cosas: la estética y la historia, puesto que se trata de un templo barroco del siglo XVIII que guarda en paredes y techo de su interior pinturas religiosas tan impresionantes como las que existen en la Capilla Sixtina de Roma, las cuales fueron elaboradas por el pintor autodidacta de la región Antonio Martínez de Pocasangre, quien recibió dicha encomienda del sacerdote oratoriano Luis Felipe Neri de Alfaro.
La intención que tenía el religioso, para mandar a hacer un trabajo tan majestuoso, era poder evangelizar de una manera más sencilla a las comunidades guachiles, guamares, tepehuanes, capuces y otomíes de la región.
Cada semana recibe a unas cinco mil personas pues además tiene el atractivo adicional de ser el lugar del que salió el cura Miguel Hidalgo antes de partir a Dolores para llevar a cabo el grito de Independencia.
Capilla del Rosario / Puebla, Puebla
Cuando uno pasa por el exterior del Templo de Santo Domingo, su cantera gris y formas cuadradas no llaman mucho la atención.
Por eso es bueno enterarse de que es el interior de este templo lo que, literalmente, deja a todos los visitantes deslumbrados.
¿La razón? Los resplandecientes retablos cubiertos por hojas de oro de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, obra maestra de la arquitectura de inspiración de estilo barroco, creada para la veneración de la patrona del lugar.
Fue construida entre 1650 y 1690 y a la postre se ganó el segundo nombre informal de la Casa Dorada. Y es que además de la cubierta de oro, la colocación intencional de ventanas en la cúpula principal hace que todo el lugar se ilumine con la ayuda de la luz natural.
Parroquia de San Agustín / Polanco, CDMX
Tal vez se trate de una de las iglesias más emblemáticas y jóvenes de la Ciudad de México. Concluida en 1949, la Parroquia de San Agustín en Polanco impone desde la entrada hasta el interior por su arquitectura que combina la inspiración de estilos gótico y modernista.
Al llegar se observa una media cúpula, que en la parte superior, exhibe en relieve a los monjes agustinos llegados a América en la actitud de adoración eucarística.
En la parte superior hay dos torres en cuya cúspide portan dos cruces de piedra. Al ingresar, el visitante es recibido por un corredor central y uno lateral para poder apreciar el arte sacro y los vitrales.
Fue el arquitecto Leonardo Noriega Stávoli quien, en colaboración con el ingeniero Juan Valero Capetillo, creó esta obra religiosa.
Catedral de la Asunción de María Santísima / Guadalajara, Jalisco
La belleza de este recinto religioso radica en el bien llevado contraste de influencias arquitectónicas que existen en él, sobre todo en su exterior: los estilos de inspiración gótica, barroca, morisca y neoclásicas.
Fue en 1561 cuando el rey de España, Felipe II, mandó a construir el templo como un monumento a la asunción de María; sin embargo, la obra tardó en concluirse al menos 50 años, aunque hay otras fuentes que aseguran que en realidad fueron 140.
Asombra en su interior la cripta de los arzobispos, el relicario de los Mártires en donde están los restos de una veintena de beatificados por haber defendido al catolicismo durante la Guerra Cristera y el Cristo de marfil.
Iglesia de Santa María Tonantzintla / San Andrés Cholula, Puebla
A esta iglesia se le considera como la máxima expresión del barroco indígena, pues contiene en su interior una decoración única como ángeles con penachos, ángeles con atuendos de caballero águila, entre otros elementos que combinan los prehispánico con lo cristiano.
Son los querubines indígenas esculpidos en su interior los que cuentan la creación del mundo; no hay espacio en el techo del templo que no esté abarrotado por estas figuras.
Al recorrer la iglesia los guías cuentan cómo los franciscanos, que evangelizaron la región, fueron los que dieron permiso a los indígenas a que plasmaran parte de su cosmovisión en el arte de paredes y techos, el resultado fue además representar en la cúpula de la capilla el cielo de Tláloc.
