Inicia la temporada de reproducción del tlacuache, ¿cómo protegerlo?
El tlacuache empieza a reproducirse en marzo, por lo que aumenta la probabilidad de toparse con alguna de sus crías. Te decimos cómo ponerla a salvo
Considerado el único marsupial mexicano, el tlacuache (Didelphis marsupialis) o zarigüeya, es un mamífero omnívoro que habita en las zonas templadas y cálidas del territorio nacional, desde las costas de Guerrero, pasando por la Ciudad de México, hasta el norte, en estados como Tamaulipas y Nuevo León.
Y aunque según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), no se encuentra en peligro de extinción, debemos protegerlo, sobre todo en su temporada de reproducción, cuando la probabilidad de encontrarnos con alguna cría aumenta.
Tlacuache y su época de apareamiento
De acuerdo con la asociación civil tamaulipeca Conibio Global, la temporada de reproducción de estos marsupiales inicia en marzo y concluye en junio.
En consecuencia, en estos meses es común encontrar crías sin sus progenitoras debido a que estos mamíferos son agredidos por animales domésticos o incluso por personas; y cuando tratan de escapar, las crías se caen del lomo de sus madres perdiendo las oportunidades de sobrevivir.
¿Qué hacer si nos encontramos con una cría?
- Primero, hay que busca a la madre, es posible que esté cerca. De ser así, se toma con cuidado a la cría y sin sonidos ni movimientos bruscos se acerca delicadamente a ella.
- Si la progenitora no se ve por ningún lado, se debe resguardar a la cría en una caja de cartón con trapos y llevarla a un veterinario. De esta forma, un especialista le dará alimento hasta que se encuentre suficientemente fuerte para regresar a su hábitat.
Por qué debemos proteger la vida del tlacuache
En primer lugar, este animal es parte del paisaje mexicano desde hace unos 60 millones de años; se cree que evolucionó, como lo conocemos, en el periodo Terciario de la era Cenozoica.
También, es parte importante del imaginario nacional pues su nombre proviene del náhuatl que significa “el pequeño que come fuego”, en referencia a una leyenda mazateca en la cual el tlacuache fue quien compartió el don del fuego con la raza humana.
Para saber más: La leyenda del tlacuache que trajo el fuego a la humanidad
Finalmente, además de su simpatía, las zarigüeyas son esenciales para controlar plagas e insectos rastreros, lo que nos beneficia a todos.
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