La impresionante quema de toritos en Teyahualco, Tultepec, EdoMex
La quema de los toritos es uno de los momentos más esperados en las fiestas patronales en Santiago Teyahualco, Tultepec, Estado de México, en honor a Santiago Apóstol. Aquí la documentación fotográfica de Erik Ruiz.
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Presente en la mayoría de las fiestas populares de México, la pirotecnia es, generalmente, la culminación de la celebración, la última ofrenda al santo patrono del pueblo, un placer estético y lúdico que apenas dura unos instantes.
Tanto en los castillos, como en los toritos, este arte ilumina y asombra, aunque también conlleva un toque de osadía, sobre todo en los segundos mientras la estructura de palos y cartón corre y lanza petardos, embistiendo con fuego en todas direcciones a su paso.
Se trata de un juego de diversión y apuro, de locura y temeridad, donde la integridad física se expone bajo propio riesgo. La afición que se lanza al ruedo lo sabe bien, no obstante participa en el ritual comunitario. «Si no te han quemado los toros no eres de aquí», se dice en Santiago Teyahualco, Tultepec, Estado de México, una de las plazas de mayor tradición en el fuego taurino.
Aquí los toros son arte y tradición. Se elaboran decenas de ellos artesanalmente para que su vida se extinga en pocos minutos, sin embargo, entre más grandes y cargados de cohetones se encuentren, estos generan mayor prestigio para la familia o barro que los elaboró.
Para quienes los ven de lejos es un gran espectáculo visual que genera adrenalina, para quienes lo sienten desde cerca es un baño de chispas y de identificación con su pueblo.
Es una fiesta muy colorida donde uno de los eventos más representativos es el recorrido por calles de Teyahualco con toros hechos por pobladores para ser quemados en la noche.
Los toros cargados con pirotecnia se les prende fuego entre una multitud de hombres y mujeres valientes que en todo momento están alerta para no ser alcanzados por las chispas de cohetes que van en todas direcciones.
Primero se hace un recorrido por la ciudad que dura aproximadamente dos horas.
La quema de los toritos ocurre en el campo de futbol del pueblo, donde entran los encargados y prenden los toritos. En cuanto los queman, comienza la corredera.
Los castillos son un esperado espectáculo al que acude gran parte del pueblo, pero en ocasiones las estructuras no encienden del todo y un encargado sube a prenderlas o hacerlas girar.
Los maestros pirotécnicos elaboran todos los implementos en sus talleres desde semanas antes. Cuando llegan al pueblo ya solo se dedican a armar, lo que les puede llevar varios días de trabajo.
A pesar de lo que pueda parecer, el sitio más seguro lo tiene quien carga el torito aún así el riesgo es latente.
Para mover los toros más grandes es necesaria la participación de varias personas. En Santiago Teyahualco, Tultepec, Estado de México, se llegan a sumar alrededor de medio centenar de toritos.
Decenas de personas se congregan cada vez que salen los toros a las plazas. En Santiago Teyahualco se celebra con toritos las tradicionales fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol.
Acudir a esta fiesta puede resultar espectacular. Los asistentes generalmente llevan ropa gruesa de algodón, de preferencia de mezclilla y googles de trabajo para evitar quemaduras en los ojos.
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