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La vida prehistórica de Jalisco

Jalisco
La vida prehistórica de Jalisco fifu

En una tarde primaveral de hace miles de años se paseaban en tierras jaliscienses dos animales sobresalientes, uno por su tamaño, el gonfoterio; otro, por la forma de sus caninos, el dientes de sable. De ambos se tiene conocimiento gracias a la reconstrucción científica de sus fósiles, que nos han permitido conocer su morfología.

No se han encontrado dinosaurios en tierras jaliscienses, mas no se descarta un hallazgo así. En cambio, en esta parte del país, caracterizada por su suelo volcánico y por haber estado cubierta por agua durante miles de años, abundan los restos de mamíferos.

El ingeniero Federico A. Solórzano, quien ha dedicado su vida al estudio de los fósiles, ha recorrido la entidad, primero como aficionado, después como estudiante y más tarde como investigador y docente para descubrir los restos de paleobiota de esta zona occidental de México. Convencido de que el conocimiento no sirve para guardarse, sino para compartirse, el destacado investigador mexicano cedió la custodia de las piezas coleccionadas a la capital de Jalisco para su estudio y exhibición. Sólo una pequeña parte de esta colección se expone en el Museo de Paleontología de Guadalajara, pues el resto aún es analizado por los especialistas y está en espera de una ampliación del recinto para ser mostrada al público.

Parentesco con el elefante

Una disminución del nivel del agua en el lago de Chapala dejó al descubierto, en abril de 2000, los huesos de un enorme y sorprendente animal: un gonfoterio, especie tropical o subtropical del mamut.

La revelación es importante porque las más de las veces se localizan uno que otro hueso, mientras que en esa ocasión se halló casi 90% del esqueleto. Pronto se le extrajo del lugar para su revisión, y tras un lento proceso, los investigadores lo rearmaron y hoy ocupa uno de los espacios principales de este museo tapatío. Con base en las piezas es posible determinar que se trataba de un macho, cuya edad era de más de 50 años.

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Este enorme animal habitó en Norteamérica durante los periodos terciario y cuaternario. Se estima que podía pesar hasta cuatro toneladas. Sus dos defensas superiores –rectas y sin banda de esmalte– erróneamente se perciben como colmillos; se presentan en el maxilar y a veces en la mandíbula. La formación craneal del gonfoterio era alta como la de los elefantes actuales. De su periodo de vida se sabe que era muy similar al del ser humano y podía prolongarse en promedio hasta los 70 años. Era un herbívoro que contaba con eficientes molares para cortar y triturar ramas, hojas y tallos.

Felino singular

En 2006 un nuevo habitante llegó a este museo, una reproducción del tigre dientes de sable. Se conoce que este felino de gran tamaño era frecuente en el hábitat de Zacoalco, Jalisco. En realidad habitó en todo el continente durante el Pleistoceno.

Los primeros representantes del género datan de hace 2.5 millones de años y los últimos existieron hace 10,000 años; al final de la última glaciación. Sus dientes caninos (curvados y proyectados hacia delante) no le servían para matar a la presa, sino para cortarla por el abdomen y poder comer sus vísceras. El grado de abertura de su mandíbula era de 90 y 95 grados, mientras que la de los felinos actuales oscila entre 65 y 70 grados. Pesaba unos 400 kilogramos y por su tamaño era un poco más pequeño que los leones de hoy. De cuello robusto, espalda rígida y pequeña, tenía sus extremidades relativamente cortas, por lo que se considera que no era apto para las persecuciones, sino hábil para las emboscadas.

Había tres especies del tigre dientes de sable: Smilodon gracilis, que habitó en la regiones de Estados Unidos; Smilodon populator, en Sudamérica, y Smilodon fatalis, que vivió en la región occidental de América. A este último pertenece la reproducción que ahora puede apreciarse en Guadalajara.

Además este museo tiene otros atractivos didácticos como talleres y visitas guiadas para comprender el entorno existente hace millones de años en esta parte del país.

Fuente: México desconocido No. 369 / noviembre 2007.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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