¿Por qué Salvador Dalí dijo que México es más surrealista que sus pinturas?
¿Mexico es el país más surrealista? Averiguamos qué quisieron decir Breton y Salvador Dalí con sus declaraciones sobre nuestra cultura.
Actualmente es común escuchar, principalmente cuando se trata de comentar algo bizarro política o socialmente, que México es un país surrealista. Incluso es común escuchar que la gente cita la frase de Salvador Dalí, uno de los máximos exponentes del surrealismo, que reza: «De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas». Se trata más de un frase filtrada que documentada, que también tuvo un antecedente, la declaración de André Breton de México como «el país más surrealista del mundo».
Salvador Dalí fue uno de los artistas más importantes adscritos al surrealismo, movimiento cultural europeo que emergió tras la Primera Guerra Mundial. Nacido en Figueras, España, en 1904, es recordado principalmente por su legado pictórico. Sin embargo, también hizo trabajo creativo en la escultura, la escenografía y la literatura.
Por su parte, André Breton es considerado el padre del surrealismo y llegó de visita a México el 18 de abril de 1938. Durante su estancia de cuatro meses viajó por Nuevo León, Michoacán, Jalisco y Ciudad de México. De acuerdo con el INBAL, «fue en la capital del país donde, en compañía de Diego Rivera, visitó la Universidad Nacional Autónoma de México y acudió a diversas exposiciones. Al ser huésped de Rivera y Frida Kahlo, conoció a León Trotski en la Casa Azul.»
¿Qué es surrealismo?
La palabra surrealismo fue acuñada por Guillaume Apollinaire en 1917, pero no fue utilizada con las connotaciones actuales sino hasta 1924, cuando André Breton la definió en 1824 en el Manifiesto Surrealista, en el cual se lee lo siguiente:
Surrealismo: «sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.»
Filosofía: «El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales problemas de la vida».
Lo surrealista no se limita por la moral o por cánones estéticos, es libre como los sueños
Es decir, el surrealismo pretende una falta de mediación entre la ideas del genio creativo y la obra final, por lo que sugiere libertad completa sin apelar a los cánones sociales para trasladar lo que se ensueña en arte o literatura. Por ello, el surrealismo cobra tintes oníricos, pues del mismo modo que advienen libremente imágenes cuando se sueña, sin que esto implique elección del soñante, así se aspira a que el artista surrealista traslade su material psíquico en obras. Con respecto a estas imágenes, Breton menciona:
Las imágenes surrealistas, como las que produce el opio, no son evocadas voluntariamente por el hombre, sino que «se le presentan de un modo espontáneo y despótico. No puede alejarlas porque la voluntad ya no tiene poder ni gobierna las facultades mentales.
¿Por qué México es el país más surrealista?
Debido a lo anterior, podemos concluir que México es considerado un país surrealista por la libertad y espontaneidad de sus expresiones culturales y sociales; algunas de ellas disímiles y eclécticas, del mismo modo que es posible mezclar diversos elementos sin relación en un sueño. Lo anterior no equivale a decir que nuestro país es bizarro, sino que su riqueza es diversa y no se ajusta a patrones morales o estéticos, simple y llanamente es, fruto de sus procesos históricos. En pocas palabras, México es un sueño.
Por otra parte también, podemos apelar a las declaraciones de Ricardo Echávarri, director del Centro de Estudios Surrealistas en la Ciudad de México:
“Tuvimos la fortuna de que arribaran a nuestro país autores muy importantes, como André Breton, Antonin Artaud, y luego se quedaran a vivir permanentemente algunos de ellos, como Leonora Carrington, Remedios Varo o Kati Horna. Esto le dio un particular toque a México, que sirvió de refugio a muchos escritores y pintores surrealistas que migraron a partir de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, por esos azares del destino se convirtió en el país surrealista por excelencia”.
