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Sahuayo y sus tlahualiles, tradición única en el mundo

Michoacán
tlahualiles
© Ig: @f2studio_

Conoce a los guerreros vencidos que, con cada paso de su danza, le dan fuerza a su tradición en honor a Santiago Apóstol.

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Una fiesta de fe, color y cultura se vive el 25 de julio, en Sahuayo, Michoacán. ¡Tienes que vivirla!

Los tlahualiles se encuentran en el municipio de Sahuayo, que se localiza al noroeste del estado de Michoacán, cerca del lago de Chapala. El término “sahuayo” procede de las palabras tzacuatl ayotl que en lengua náhuatl significa “vasija que tiene el aspecto de una tortuga” o donde llegan las tortugas. Se cree que los primeros habitantes de esta región fueron aztecas y su fundación se remonta hacia el año 1530.

Tlahualiles de Sahuayo, tradición, devoción y colorido único de Michoacán

La ciudad de Sahuayo es famosa por sus emblemáticos tlahualiles, una tradición profundamente espiritual que combina historia, arte y devoción. Cada año, esta fiesta cultural atrae a miles de visitantes fascinados por el misticismo que rodea su tradición que se celebra desde la segunda mitad del siglo XVI.

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Origen de los tlahualiles

El término tlahualil proviene del náhuatl y significa «guerrero o aquel que da su vida». Esta festividad tiene raíces indígenas y coloniales, iniciando como una forma de rendir tributo a Santiago Apóstol, el santo patrono de Sahuayo. Desde el siglo XVI, los tlahualiles se caracterizan por ser una representación de las danzas de conquista entre moros y cristianos que llegaron de Europa, para conmemorar el triunfo del bien sobre el mal y como muestra de gratitud a Santiago por su protección divina.

La fiesta patronal

Las fiestas en honor a Santiago Apóstol transcurren del 16 al 4 de agosto, siendo el 25 de julio el día más importante de la celebración, en donde se realiza el recorrido en que los tlahualiles acompañan a la imagen de Santiago Apóstol por las principales calles de la ciudad, mientras se realiza una escenificación conocida como ‘la matanza’, una representación de la batalla de Santiago, personificado como una ‘mulita’, es decir, un jinete vestido de blanco que lleva en un arnés la cabeza de un caballo y que se enfrenta durante el recorrido con el tlahualil.

La tradición surgió como una mezcla de prácticas representando antiguas danzas guerreras y simbolismos religiosos, en las que los conquistadores mostraban las victorias del cristianismo sobre sus enemigos, pero con la reinterpretación que realizaron las sociedades indígenas de una práctica que les significaba ‘danzar con los dioses’. Así es como Santiago Apóstol sale de su santuario para recorrer las calles de la ciudad en su lucha contra los moros. A lo largo de los años, esta práctica ha ido cambiando hasta convertirse en un evento lleno de color y significado cultural.

El vestuario, más que un disfraz

El elemento más característico de los tlahualiles es su imponente indumentaria. Cada traje está compuesto por una armadura decorativa, un penacho artesanal que puede medir hasta dos metros de altura y que suele ser elaborado con plumas, lentejuelas y espejos. Los trajes están inspirados en diseños simbólicos que representan protección, fuerza y espiritualidad. Los tlahualiles usan máscaras que cubren sus rostros, hechos con un molde de yeso y una en una base de cartón para portar el rostro de un animal. Actualmente, algunas máscaras que se usan son de madera.

El esfuerzo detrás de estos trajes es titánico: cada pieza puede tardar de 3 a 5 meses en confeccionarse. El traje se elabora con plumas de todo tipo y canutillos de lámina galvanizada, además de espejos e incluso luces que por la noche le dan más vista a sus trajes. El recorrido les lleva hasta 15 horas sin descanso, donde el objetivo es acompañar y llegar hasta el santuario principal de Santiago, en un acto de fe y orgullo para quienes lo portan. Cabe mencionar que un traje de adulto puede llegar a pesar hasta 35 kilos.

La festividad: una experiencia inolvidable

Los tlahualiles se celebran del 16 de julio al 4 de agosto, siendo el 25 de julio la fecha más esperada. Durante estos días, las calles de Sahuayo se llenan de vida con desfiles, danzas, música y una atmósfera de fervor colectivo.

Actualmente salen alrededor de 200 grupos de danzantes, reuniendo a más de tres mil tlahualiles en la calle que salen a partir de las 12:30 del día recorriendo varias iglesias hasta llegar a medianoche al santuario de Santiago, donde se realiza una misa solemne.

¿Por qué visitar a los tlahualiles?

Esta festividad es un espectáculo único que combina historia, arte y espiritualidad. Visitar Sahuayo durante esta temporada no solo permite presenciar una de las tradiciones más auténticas de Michoacán, sino también ser parte de una comunidad que celebra su identidad con pasión.

Además, Sahuayo ofrece hospitalidad y gastronomía que complementan la experiencia, como sus deliciosos antojitos locales. Explorar esta tradición permite mirar de cerca la cultura y la fe entrelazadas de manera extraordinaria.

Así que si buscas vivir una experiencia cultural inolvidable, los tlahualiles de Sahuayo te esperan con los brazos abiertos y sus trajes espectaculares. ¡No te lo pierdas y deja que esta tradición te conquiste con su magia!

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autor Comunicóloga; admiradora del México colorido y dicharachero que se engrandece de tradiciones y su gente.
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