Torres de Satélite: el legado de la colaboración Barragán-Goeritz icónico del Estado de México
Las Torres de Satélite se construyeron en una sola fase, previa a la edificacion de las residencias de Ciudad Satélite, entre los años de 1957 y 1958.
Olvídate de la rutina y escápate:
Paseo en globo aerostático por las pirámides de Teotihuacan
Las Torres de Satélite son un hito escultural y arquitectónico de la década de 1950 en México. Símbolo del desarrollo urbano de la famosa Ciudad Satélite, en el Estado de México. Aquí te contamos la historia de estos monumentos.
La peculiaridad de las Torres no sólo radica en su valor arquitectónico, sino también en la cualidad artística que les fue impregnada. Este trabajo resultó de la colaboración entre el arquitecto Luis Barragán; y el artista Mathias Goeritz.
Edificación de las Torres de Satélite
Durante el año de 1954, el arquitecto Mario Pani comenzó la planificación del desarrollo de Ciudad Satélite. Un asentamiento con el que se buscó disminuir la densificación urbana del entonces Distrito Federal.
Esta ciudad se concibió como una entidad urbana autónoma, que tuviese una infraestructura viaria, evitando cruces y semáforos, con la que se facilitaría la circulación de los automóviles. De este modo Pani solicitó a Barragán que le ayudase con la planificación de Ciudad Satélite.
Lo primero que tenían que hacer era crear un punto de referencia visual para la campaña promocional de Ciudad Satélite. Además, dicho punto tenía que servir como una especie de marcador para ubicar el acceso a la nueva urbe habitacional en el Estado de México.
Es en este momento cuando Barragán invitó al proyecto a su amigo Mathias Goeritz. Ambos compartían un interés por una nueva forma de monumentalidad urbana abstracta, que se logró con las Torres de Satélite.
Para construir los cinco monumentos, tanto Goeritz como Barragán se inspiraron en las torres medievales de la ciudad de San Gimignano, en Italia; así como en los rascacielos del barrio neoyorquino de Manhattan, Estados Unidos.
Las torres se construyeron entre los años de 1957 y 1958, en una sola fase previo a las residencias e instalaciones de Ciudad Satélite.
Se trata de cinco torres en forma de prismas triangulares, de entre 37 y 57 metros de alto, sin techo y huecos. Los colores de las torres cambiaron con el tiempo. En un principio había tres blancas, una naranja y otra amarilla.
Para el año de 1967, la paleta de colores de los cinco prismas estuvo compuesta por tonos naranjas y amarillos brillantes. Posteriormente se definió que las torres serían pintadas de blanco, amarillo, azul y rojo.
Debido a su peculiar diseño arquitectónico, las Torres de Satélite juegan con la percepción de la persona que las mira. Sin embargo, este efecto visual se vio afectado por las constantes alteraciones al entorno urbano que las rodea.
El conflicto
Barragán y Goeritz tuvieron un conflicto sobre la autoría del proyecto durante el año de 1968. En varias publicaciones se marginó el papel que Barragán desempeñó en las construcción de las Torres.
Esta situación llevó al arquitecto mexicano a redactar un documento en el que reconstruyó a detalle al evolución del proceso tanto del diseño como su contribución al concepto de los monumentos.
De ahí surgió una enemistad entre Barragán y Goeritz, quienes sacrificaron su amistad debido a las posturas enfrentadas sobre la autoría de las Torres de Satélite.
Finalmente, en agosto de 1987, Ignacio Díaz Morales que fue un amigo en común, pidió a Barragán y Goeritz que firmaran un documento en el que reconocieron la autoría compartida de la obra.
¿Conoces la historia del Castillo de Barrientos? Aquí te la platicamos
¿Quieres escaparte a Estado de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable