Victoriano Huerta, ¿realmente murió por alcoholismo? - México Desconocido
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Historia

Victoriano Huerta, ¿realmente murió por alcoholismo?

Victoriano Huerta

En 1913, el gobierno estadounidense y Victoriano Huerta operaron para llevar a cabo el golpe de estado contra Francisco I. Madero. ¿Sabes cómo terminó la historia?

Victoriano Huerta es uno de los personajes más polémicos de la Revolución Mexicana. Nació en Colotlán, Jalisco, el 23 de marzo de 1845. Cuando Huerta tenía 15 años, conoció a Donato Guerra, quien asistió a su natal Colotlán para buscar un secretario particular. Huerta había recibido educación en una escuela municipal que estaba bajo la dirección de un sacerdote, así que aprovechó su alfabetización y se ofreció como voluntario.

Como recompensa por su servicio, Huerta recibió una beca para estudiar en el Colegio Militar, donde tuvo notas de excelencia. Debido a ello, el presidente Benito Juárez lo ovacionó durante la ceremonia de entrega de reconocimientos a cadetes con las siguientes palabras:

«De los indios que se educan como usted, la patria espera mucho.»

Al graduarse fue comisionado del Cuerpo de Ingenieros y trabajó en Puebla y Veracruz, donde conoció a su Emilia Águila, con quien se casó en noviembre de 1880. Del matrimonio de Huerta y Águila nacieron 11 hijos.

Victoriano Huerta

En 1890 Huerta alcanzó el grado de coronel, enfocando su carrera al combate de los indígenas rebeldes en toda la República. En 1900 combatió a los yaquis en Sonora y dos años después a los mayas del sureste. Hasta el estallido de la Revolución Mexicana, Huerta se dedicó a la ingeniería civil y la docencia en Nuevo León, donde gobernaba su amigo Bernardo Reyes.

Victoriano Huerta y la Revolución Mexicana

Tras el estallido del movimiento armado convocado por Francisco I. Madero, Huerta solicitó su reincorporación al ejército. Cuando Porfirio Díaz renunció, escoltó al exmandatario hasta el puerto de Veracruz, lo cual no tuvo el visto bueno de Díaz.

Durante el gobierno interino de Francisco León de la Barra se mantuvo dentro del ejército, sin embargo, dirigió acciones de provocación contra Emiliano Zapata. Como consecuencia, cuando Madero accedió al poder solicitó su renuncia de las fuerzas armadas. Sin embargo, Madero tuvo que reconsiderar la acción durante la rebelión de Pascual Orozco, poniendo a Huerta al frente del ejército federal.

Pascual Orozco

Durante la persecución de los rebeldes, Huerta tuvo un altercado con Francisco Villa, quien había robado caballos del ejército federal. Como castigo, Huerta arrestó a Villa y lo condenó al fusilamiento, pero los hermanos del presidente Madero intervinieron y Villa fue liberado. Aunque Huerta estaba enfurecido, refrendó su lealtad a Madero, regresó a la Ciudad de México y renunció para hacerse un tratamiento por cataratas.

La Decena Trágica

En 1911, Bernardo Reyes, amigo de Huerta, y Félix Díaz, sobrino de don Porfirio, se sublevaron contra Madero mediante la proclamación del Plan de la Soledad. Fueron condenados a pena de muerte en un juicio marcial, pero Francisco I. Madero intervino para salvar su vida y sólo permanecieron encarcelados. En aquella ocasión Huerta había renunciado a participar del levantamiento por miedo a sólo ser utilizado.

Dos años más tarde, la Escuela Militar de Aspirantes de Tlalpan y la tropa del cuartel de Tacubaya se levantan contra Madero para liberar a los porfiristas. El comando liderado por Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz se encargó de liberar a Felix y Bernardo. Inmediatamente intentaron realizar un golpe de estado, pero la defensa de Lauro Villa evitó la toma de Palacio Nacional. Durante el asalto el primer caído fue Bernardo Reyes.

Tras la muerte de su amigo, Victoriano Huerta refrendó sus servicios a Madero y se reintegró al ejército. Inmediatamente se unió a las fuerzas porfiristas para traicionar a Madero, pero fue descubierto por Gustavo A. Madero, quien lo arrestó y expuso ante el presidente. Francisco I. Madero no creyó en su hermano y liberó a Huerta.

Dos días después, el presidente Madero fue arrestado por Aureliano Blanquet, obligado a renunciar y condenado a muerte. Para entonces, Huerta y Félix habían realizado un pacto con Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos, para que el restablecimiento del gobierno porfirista velara por los intereses de propiedad de los empresarios estadounidenses.

El 22 de febrero de 1913 Francisco I. Madero y José María Pino Suárez murieron ejecutados. Tras la presidencia interina de 45 minutos de Pedro Lascuráin, Victoriano Huerta asumió el poder de México e inició una dictadura militar.

Pino Suárez y Francisco I. Madero.

El problema del petróleo

Durante el gobierno de Porfirio Díaz se aprobó un Código de Minas de los Estados Unidos Mexicanos, con lo cual se transfirieron derechos sobre los recursos a particulares. Para 1901, la Ley del Petróleo, emitida por el mismo gobierno, otorgó permiso a las empresas privadas para explotar los yacimientos de la nación.

Con ello, la privatización de la industria energética se profundizó a tal grado, que ni con la caída del porfiriato se pudo revertir.

En la gestión del presidente Madero se quiso imponer un gravámen de 20 centavos por tonelada de petróleo, lo cual era un pago mínimo. Como respuesta, las empresas privadas repudiaron la promulgación de la Ley Timbre, la cual imponía el impuesto.

De acuerdo con los empresarios, el pago de impuestos era más barato en los Estados Unidos. Por tanto, el gobierno maderista solicitó una declaración de bienes de las compañías con la intención de calcular sus ganancias; la medida también fue rechazada por los empresarios.

Finalmente, la crisis diplomática favoreció el derrocamiento del gobierno a través del golpe de estado, mismo que fue respaldado por el embajador estadounidense.

Un gobierno hostil hacia Estados Unidos

Tras la asunción de Victoriano Huerta al poder, el nuevo gobierno mexicano mantuvo hostilidades con el estadounidense, esto debido a su origen golpista. A diferencia de su antecesor, el presidente Woodrow Wilson quería favorecer a los gobiernos democráticos de América Latina, ya que su política moral consideraba que México estaba en una etapa inferior de la civilización. 

Woodrow Wilson.

Para Wilson, Victoriano Huerta representaba lo peor de América Latina, y se pronunció contra él con las siguientes palabras:

«No reconoceré un gobierno de carniceros».

Woodrow Wilson

Sin embargo, no sólo se trataba de un ideológica, puesto que uno de los proyectos políticos de Wilson era expulsar a los poderes europeos de Latinoamérica para poder realizar una expansión económica. Victoriano Huerta resultaba poco más que un estorbo.

A las puertas de la guerra europea, Estados Unidos buscó la alianza con Inglaterra, posicionando al país en una confrontación abierta contra el gobierno de Huerta. Como respuesta, Alemania ofreció apoyo económico y militar a la dictadura mexicana, a cambio de que México dejara de suministrar petróleo a la armada británica.

Sin embargo, el proyecto no prosperó y Huerta se quedó solo. La noticia tuvo una mala recepción por parte de los Estados Unidos, desembocando en la ocupación militar de Veracruz.

Como respuesta, Victoriano Huerta recuperó la idea maderista de gravar el petróleo. Sin embargo, su gobierno no resistió las presiones y finalmente renunció a la presidencia del país.

¿Cómo murió Victoriano Huerta?

Tras su renuncia Huerta se exilió primero en Jamaica y luego en Gran Bretaña. Después viajó a España y finalmente llegó a Estados Unidos en 1915. En una nueva oportunidad, Victoriano Huerta planificó un golpe de estado en México; esta vez con el apoyo de los alemanes y de los porfiristas.

Durante su viaje de regreso a América, Huerta se reunió con algunos porfiristas en el exilio, así como con el empresario judío Abraham Ratner, quien se dedicaba a la fabricación de artillería en México y Nueva York. La presencia de Huerta en Estados Unidos inmediatamente fue detectada, debido a los numerosos telegramas que enviaba a diario y por sus declaraciones a los diarios.

Respecto a la prensa, Huerta declaró el 15 de abril en Nueva York: “México será salvado por un mexicano, por un mexicano fuerte”

El nuevo proyecto de Huerta buscaba una alianza con los estadounidenses, a quienes proponía terminar con la anarquía por medio de una dictadura positiva. Victoriano Huerta se veía a sí mismo como «el hombre fuerte y sin egoísmo» que podía restablecer el orden en México.

Los primeros en unirse a las fuerzas de Huerta fueron exfederales, quienes creían en el proyecto de pacificación más que en el de elecciones. Cabe destacar que las mejoras salariales a militares durante el huertismo hacía que se le mantuviera en alta estima dentro del ejército.

Victoriano Huerta
Huerta y Orozco se abrazan.

La conspiración alemana

Por su parte, Alemania buscaba generar un conflicto armado en México para detener los suministros estadounidenses a Inglaterra y sus aliados. Sobre ello menciona el historiador Érik Del Ángel Landeros:

«En primer lugar, Alemania pretendía impedir el traslado de los materiales de guerra bloqueando el océano Atlántico; en segundo lugar, buscó realizar boicots de distintos tipos en el interior de EUA para inhibir la venta de estos productos, y, finalmente, procuró envolver a Estados Unidos en una guerra o invasión a México para que distrajera sus recursos en América y no en Europa. Es en esta última medida en la que se enmarca el apoyo y el acuerdo con Huerta.»

Desde antes de la llegada de Huerta a Nueva York las operaciones económicas para el golpe de estado comenzaron. Asimismo, Alemania se comprometió a respaldar el gobierno de Victoriano Huerta sin importar las condiciones.

Washington se negó a reconocer cualquier tipo de reclamo diplomático por parte de Huerta y vigiló sigilosamente la comunicación entre éste y Alemania. A finales de abril de 1915, Estados Unidos ya tenía información sobre la alianza de Huerta con Pascual Orozco en Texas, con los científicos porfiristas y con J. Inés Salazar.

Para junio de ese mismo año Carranza ya estaba enterado de las reuniones de Huerta en Estados Unidos y se preparaba para el golpe militar. El tráfico de armas hacia México estaba en su momento más álgido, lo que provocó varias detenciones.

Estados Unidos contra Victoriano Huerta

Cuando los alemanes hundieron el buque inglés Lusitania en territorio estadounidense, Wilson reaccionó y solicitó que se buscaran todas la pruebas para detener a Orozco y Huerta por violación de la neutralidad. Incluso se reconoció el gobierno de Carranza para tramitar la extradición de Huerta a México.

Para el 20 de julio las principales cabezas del movimiento huertista yacían encarceladas en Estados Unidos y los aliados alemanes fueron destituidos del cuerpo diplomático. Poco después Huerta y Orozco salieron de prisión gracias al pago de una fianza y se les dio prisión domiciliaria. Al salir a la calle, un individuo intentó asesinar a Huerta con un ladrillo.

Orozco logró escapar de su prisión domiciliaria, pero fue asesinado el 30 de agosto por un grupo de rángers texanos, quienes argumentaron defensa propia. La justicia estodounidense declaró inocentes de los cargos a los agresores.

Huerta, presidente de México.

Huerta pidió ayuda al embajador alemán Von Bernstoff para que intercediera por él ante Washington, ya que requería de protección. El embajador entregó la carta de Huerta sin leerla al gobierno de Wilson, pues buscaba deslindarse del expresidente mexicano. Huerta fue acusado de conspiración en suelo estadounidense, pero fue liberado debido a su mal estado de salud.

Victoriano Huerta, el hombre que buscaba gobernar México con mano dura, padecía cirrosis hepática como consecuencia de su consumo desmedido de coñac. Murió el 13 de enero de 1916. La causas de su muerte aún se discuten, ¿murió por alcoholismo?

Fuentes:

  • Érik Del Ángel Landeros, «El intento de regreso de Huerta en 1915 y su relación con el reconocimiento de Estados Unidos a Carranza.»
  • Martha Strauss Neuman, «La mano extranjera en el gobierno y exilio de Victoriano Huerta, 1913-1915.»
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autor Filósofo por formación. Contempla el alma e imaginación de México.
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