Visita de altura al corazón de México

Concebida en 1956, llega a su 50 aniversario remodelada. Los cambios están en los niveles 42, 43 y 44, dos de estos cercados con vidrios en sus cuatro caras y uno más dispone de una terraza.

Desde ahí, podrá ver la Plaza de la Constitución, con la Catedral y el Palacio Nacional; hacia otro punto se encontrará con la Plaza Tolsá, enmarcada por el Palacio de Minería, el Museo Nacional de Arte, el Palacio Postal, y en cuyo centro se halla la estatua de Carlos IV, mejor conocida como «El Caballito».

Si tiene suerte y los vientos dejan lucir el paisaje de la en otro tiempo llamada «región más transparente», percibirá, gracias a los modernos telescopios Tlatelolco, Chapultepec, el Palacio de Bellas Artes, La Alameda y el Monumento a la Revolución, que servirán a sus ojos como puntos de referencia para, desde las alturas, identificar otros atractivos lugares del Distrito Federal.

En el piso 38 está el nuevo museo que con la exposición «La ciudad y la torre a través de los siglos» cuenta la historia de este inmueble y las transformaciones ocurridas en ese terreno sobre el que está el edificio. Sobre ese lugar se localizaba, en la época prehispánica, el zoológico de Moctezuma. Hasta ahí, el tlatoani azteca acudía para mirar a los animales albergados.

Más adelante, en la Colonia, ese sitio fue ocupado por el Convento de San Francisco –el primero y más grande fundado en la Nueva España–, mismo que en el siglo XX quedó desarticulado.

En su recuento histórico, la museografía del piso 38 exhibe importantes piezas arqueológicas halladas durante la construcción de la torre. También están, por supuesto, los perfiles biográficos de los autores de este proyecto: los arquitectos Manuel de la Colina y Augusto H. Álvarez.

Muy revelador le será conocer cómo fue brincado el reto de construir un rascacielos en una zona altamente sísmica como la ciudad de México. El museo da cuenta, por medio de múltiples fotos, instrumentos, maquetas y planos de estos complicados trabajos estructurales y de cimentación.

Abierto al público de lunes a domingo, este espacio imprescindible al llegar al centro del país, le brinda servicio de guías, una cómoda cafetería y una tienda. Con un mismo boleto entrará al mirador y al museo.

Fuente: México Desconocido No. 367 / septiembre 2007

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